Colocar las siguientes hierbas secas en un sahumador sobre un carbón vegetal y llevar por toda la casa, desde la habitación más alejada de la puerta hasta la más cercana. Despachar los restos en la naturaleza.
- una parte de incienso
- una parte de mirra
- una parte de bayas de enebro
- una parte de muérdago
- una parte de salvia (puede reemplazarse por ruda)
- una parte de lavanda
- una pizca de sangre de drago (puede reemplazarse por aceite esencial, o chili en polvo)